martes, 6 de abril de 2010

¿Quién le quita el cascabel al gato?

El riesgo de dar medallas, es que estas terminen pesando mas en el cuello del que las da que en aquel que las recibe, esto es lo que ha sucedido con el doctor Neira: sobrevivió a los avatares de su “heroísmo” y se convirtió en humano, a quien esa medalla y el posterior cargo, lejos de pesarle le acomoda en una posición privilegiada desde la que lanzar sus máximas fascistas.
La prepotencia y soberbia con las que se expresa, dista bastante de la imagen que el Neira en coma nos transmitía, o ¿fueron los medios de comunicación, y la ministra con su gesto, de estado que premia comportamientos cual si fuéramos perros en pleno proceso de adiestramiento, los que nos trasmitieron esa imagen que hoy se derrumba ante nuestros ojo? La palabra cucaracha cobra en boca del Neira revivido una nueva dimensión, y la historia de Violeta Santander, comienza a tener algún sentido.
Victimas convertidas en verdugos, héroes que se hacen las víctimas, y verdugos despojados de su guillotina, son los elementos de un cuadro que mas que contemplar, hemos dibujados todos, es cierto con nos han guiado la mano, y que la pintura era bastante amarilla, pero nos ha quedado una obra espectacular.

A.M.G