viernes, 23 de agosto de 2013

¡OH NO!



   Sanidad, educación, trabajo, son algunos de los derechos fundamentales del ser humano, nadie en el mundo se atreve ya a discutir esto y sin embargo continentes enteros se ven privados a diario de ellos y en multitud de países de los considerados altamente desarrollados, son tratados como auténticos privilegios. En España, por ejemplo, nuestros sistemas sanitario y de seguridad social, ha sido considerado como uno de los mas avanzados, progresistas y solidarios del planeta, pese a ello, la corriente privatizadora y excluyente a llegado a nuestras lindes, dispuesta a derribar lo que otros tanto envidian. 

Al Capitalismo no le gusta vernos felices y contentos, eso, según el, hace que nuestro rendimiento disminuya y por tanto también la producción, pero,  nos deja un tiempo, para que así el consumo crezca y se equilibre la balanza, después, que es AHORA, todo vuelve a empezar, es como el flujo de una fuente, el mismo agua circula una y otra vez por los mismos conductos.

Ya, ya se que me voy de uno a otro lado del discurso, pero, es que entiendo y así se vierte en el papel, que todo está concatenado.

Hablábamos de derechos, pero ¿ Quién vela por que estos no sean pisoteados? 
Existe una  organización, crecida, sin embargo, al amparo del gran capital, que dice velar por ellos y ha elaborado una carta que los define, pero  ¿Los defiende?
Me estoy refiriendo a la Organización de Naciones Unidas, la ONU. Llena de grandes propósitos, marcados en su mayor parte por las exigencias sociales, de ciudadanos de todo el mundo, casi desde siempre se cuestiona su eficacia. ¿Cuántos de esos propósitos ha logrado a lo largo de su historia? Responder a esta pregunta no debería resultar difícil, sin embargo, la respuesta se vuelve enrevesada a medida en que avanzamos entre tantos acuerdos rotos, disposiciones no escuchadas o vetadas y realidades mas bien desalentadoras.
Desde un principio se creo con el fin de que su papel fuese decisivo en los conflictos entre naciones miembro, pese a ello, nunca obtuvo realmente el peso necesario para llevar a cabo su misión, si bien una de sus máximas es la igualdad, esta sigue siendo propósito no realizado incluso dentro de la organización, otorgando el poder vetar una decisión a los países económicamente más poderoso. Como ven esto dista mucho de ser idílico.

lunes, 17 de junio de 2013

PARAR LA MÁQUINA


Hay tantas cosas de las que podría quejarme, de las que debería quejarme, de las que querría quejarme, sin embargo, hoy quiero, hablar de potenciales, de lo que puede ser en lugar de lo que podría haber sido.

Es posible un mundo mejor y cuando digo mundo, no me estoy refiriendo a ese lugar que los de siempre quieren ordenar y han ordenado a merced de su avaricia y bien estar,  ese mundo del que todos los días nos habla el telediario, los periódicos, lo intuyo tan lejano. Nos hemos olvidado de la cercanía de nuestros problemas, que son, eso si, semejantes en todo el mundo. Cuando hablo de un mundo mejor, me estoy refiriendo, a ese que si que está a nuestro alcance, nuestro hogar, nuestros vecinos, el barrio en el que nos movemos, las tiendas en las que compramos, los colegios a los que llevamos a nuestros hijos...ese espacio diminuto que sin embargo, para nosotros, es justo eso, nuestro mundo. La influencia de nuestros actos, nuestro comportamiento, nuestra forma de percibirlo y de mostrarnos ante el, aquí si cobra un sentido casi trágico y podría ser incluso decisivo.

jueves, 25 de abril de 2013

Desde mi indignación


Estamos cansados, desde nuestra indignación se vislumbra su fracaso, el fracaso de aquellos que tratan de convencernos de que están haciendo lo correcto. 

¿ Es lo correcto que mas de la mitad de la población mundial, se muera de hambre o viva en condiciones infrahumanas o no tenga un futuro hacia el que mirar, mientras la otra mitad se ve sometida, al consumismo por obligación, para mantener este y otros muchos desequilibrios, EVITABLES, que son el bastión sobre el que se afianzan los poderosos?